Así me desangro; sin mirar la herida.
La siento sangrar pero no la miro. La cauterizo con un hierro tan rojo como la misma sangre... pero no la miro. A veces me quemo en otras raspaduras pero sin mirar a la que importa, a la que más sangra.
"¿Cómo me la hice?" me pregunto, pero no lo recuerdo. Veo la sangre pero no la herida y cada vez que me acerco a mirarla ya la tapé antes con la mano para que deje de sangrar. Me río por esto y sigo con lo mismo para volver a repetir una y otra vez lo que, una y otra vez, me reprocho que hago.
En sueños la entiendo, sé que la hizo pero apenas despierto y la miro tiene una curita. Y y mientras escribo esto me doy cuenta de... nada; sigo en blanco. Sigue siendo un misterio quien la hizo, también porque sigue abierta o por que el escozor dulce de las bellas hormigas al picar me hace rascarme ahí y así continuar sangrando.
Solo sé que soy yo quien la mantiene abierta.
La siento sangrar pero no la miro. La cauterizo con un hierro tan rojo como la misma sangre... pero no la miro. A veces me quemo en otras raspaduras pero sin mirar a la que importa, a la que más sangra.
"¿Cómo me la hice?" me pregunto, pero no lo recuerdo. Veo la sangre pero no la herida y cada vez que me acerco a mirarla ya la tapé antes con la mano para que deje de sangrar. Me río por esto y sigo con lo mismo para volver a repetir una y otra vez lo que, una y otra vez, me reprocho que hago.
En sueños la entiendo, sé que la hizo pero apenas despierto y la miro tiene una curita. Y y mientras escribo esto me doy cuenta de... nada; sigo en blanco. Sigue siendo un misterio quien la hizo, también porque sigue abierta o por que el escozor dulce de las bellas hormigas al picar me hace rascarme ahí y así continuar sangrando.
Solo sé que soy yo quien la mantiene abierta.